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jueves, 28 de abril de 2011

Bibliografía

Libros de texto:
Historia Universal Del Arte (El Siglo XIX).
Del Neoclasicismo Al Modernismo (Historia del Arte Hispánico). Ana María de Cossío, P. Navascués, C. Pérez.
Enciclopedia Universal Larousse.
ARS HISPANIAE. J.A.Gaya Nuño
Arquitectura De Los Siglos XIX y XX. Henry-Russell Hitchcock.

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miércoles, 20 de abril de 2011

Comentario escultura neoclásica (María Paulina Bonaparte)





María Paulina Bonaparte. Antonio Cánova (1757-1822)
Galería Borghese, Roma

Escultura de tipo busto redondo en posición yacente.

Mide 185 cm

Escultura tallada en mármol, donde aparece María Paulina Bonaparte, una de la reinas de belleza y sensualidad femenina de la época. Se representa semidesnuda y su aspecto de abandono y relajacion acentúa la sensualidad.
Cuando la dama fue representada contaba con 25 años, da impresion de quietuz y solidez, debido a que el artista ya era maduro y tenia un estilo muy arraigado al clasicismo.

Con esta obra Antonio Cánova representa a María Paulina Bonaparte como una venus victoriosa de la mitología, que al aparecer sosteniendo la manzana del troyano Paris simboliza su belleza.

Es una escultura rugosa y dura. Es una composición equilibrada y frontal, aunque tambien se le ve la parte posterior del cuerpo, aparentemente es pesada y juega con los tonos característicos del mármol según como le dé la luz.

Aparece mirando al horizonte, arropada con una manta hasta la cadera, su mano derecha sujeta su belleza.

Esta escultura pertenece al neoclásico porque claramente vuelve a modelos griegos, se trata de un tema mitológico y buscó la belleza y la perfección. Esta obra influenció a muchos otros artistas y se adelantó al Romanticismo.

Ésta es elaborada en los primeros años del siglo XIX , en la cual busca el perfil clásico, concretamente halla 1807.

Canova fue el encargado de reproducir los bustos de otros miembros de la familia Bonaparte, entre ellos Maria Paulina.

Edificios arquitectónicos más destacados del Neoclasicismo.

El Arco del Triunfo:De los monumentos honoríficos que destacan en época napoleónica hay que señalar el Arco del Carrousel de Percier y Fontaine, también arqueologista , y sobre todo, el Arco del Triunfo de la Plaza de l´Étoile, comenzado el mismo año que su homólogo, pero que no se terminará hasta 1837. Es obra del que antes fuera autor del Teatro del l´Odeon (1799) Jean-Francois Chalgrin. La decoración escultórica incluye espléndidas piezas de F. Rude.
El Arco del Triunfo se encuentra en una inmensa plaza en la que confluyen doce avenidas. Su construcción fue auspiciada por Napoleón, alcanzando 45 metros de anchura y 50 de altura. En su interior se mencionan los nombres de las batallas en las que el emperador triunfó, incluyéndose incluso algunos sonoros fracasos como el de Bailén.


El Capitolio( Virginia): La arquitectura neoclásica tuvo un gran acogimiento en los Estados Unidos, ya que el nuevo país quería crear una república imitando a las del mundo antiguo. Uno de los mejores ejemplos de esta arquitectura lo encontramos en el Capitolio, edificado por Thornton y Bulfinch y ampliado posteriormente por Thomas Walter, quien levantó la gran cúpula, rememorando a la del Vaticano, y añadió las alas destinadas al Congreso y al Senado.

Museo del Louvre ( Pierre Lescot)


Museo Nacional del Louvre está considerado como un gran museo enciclopédico del arte universal. Sus orígenes se remontan a la ilustración, que asienta el concepto de saber enciclopédico. En sus orígenes fue una residencia real, pero siempre estuvo abierto a clases de arte y exposiciones. Cuando se organizó como museo nacional se planteó como una gran escuela de arte, más tarde, ya en el siglo XIX se abrió para el público en general.

El edificio en sí resulta una muestra de la evolución del arquitectura y del gusto coleccionista en Francia. Se levanta en los terrenos de un castillo de la edad media del cual se conserva parte. Más tarde sobre esta edificación se asentó uno de los mayores palacios reales de toda Europa y en 1527, Francisco I encargó a su arquitecto Pierre Lescot una residencia próxima al núcleo cortesano de la Cité , como en París. El gusto del monarca se decantaba por el renacimiento italiano, estilo que empleó Lescot para realizar un edificio clásico, el Cour Carré. En esta construcción debemos mencionar dos intervenciones: la primera por Enrique II y la segunda por la viuda de éste, quien en 1564 encargó a Phillibert de l´Orme la construcción de una segunda residencia real al oeste del Louvre, en los jardines de Tullerías. Esta construcción constituye la primera ampliación del Louvre. Un segundo bloque de remodelaciones corresponde al siglo XVII y la restauración de la fachada ordenada por Luis XIV. Estas obras son las que marcan la estética actual del edificio , sujetas al estricto Barroco francés. La última obra histórica tuvo lugar en 1800 bajo el reinado de Napoleón Bonaparte. Ordenó construir el gran arco triunfal frente a la fachada, el llamado Arc du Carrousel ; también llevo a cabo diversas tareas de restauración y la construcción del ala del Sena, encargada a Percier y Fontaine. Hoy día el Louvre ha sido ampliado recientemente: el denominado Grand Louvre llevado a cabo por el arquitecto Ieoh Ming Pei en 1995.

El Louvre, siendo un museo de carácter enciclopédico alberga un descomunal depósito artístico, que ha sido organizado en siete departamentos temáticos. Aparte de estas áreas temáticas existe otra referida en exclusiva al propio Louvre: el Louvre mediaval y la historia del Louvre. En esta área se pueden observar los cimientos y parte del foso que rodeaba al primitivo castillo fortificado que era el Palais du Louvre. Cada rey impuso su gustos personales y se ocupó de organizar las nuevas adquisiciones, hasta que las donaciones particulares o la intervención del estado fueron las encargadas de incrementar los fondos y compensar los vacíos artísticos.

Diego de Villanueva

La producción arquitectonica de Diego de Villanueva es, hasta la fecha, muy exigua pero significativa en casos bien conocidos, tales como la reforma del palacio de Goyeneche, en la madrileña calle de Alcalá. Es facil imaginar la resposabilidad del arquitecto al recaer sobre él el cometido de adecuar la anterior fachada de una simple labor de aseo, restandole los elementos más llamativos y a la vez más preciosos, como el Basamento de piedra bruta y los perfiles libres de la portada.

Esta obra corta como arquitecto constructor se ve compensada por una importante actividad discursiva en torno al tema de la arquitectura como fenómeno, no solo artístico, sino funcional, crítico, de expresión etc...

Las más de sus obras quedaron ineditas tales como un Tratado de la delineación de los órdenes, o el Discurso sobre las proporciones en los edificios, obras que en realidad formaban parte de un curso de arquitectura que tampoco llego a publicarse. Tan solo conocemos hoy su Colección de papeles criticos sobre Arquitectura, que vio la luz en Valencia, en 1766 a través de sus páginas puede comprobarse que Villanueva conocía a los autores más importantes del momento se conserva también aunque inedito un libro de diferentes pensamientos, unos inventados y otros delineados por Diego de Villanueva (1754) en el que se da la paradoja de encontrar en él imagenes de fuerte sabor neoclásico(Panteón de Roma, pirámides, obeliscos, proyectos de un arsenal grandioso) dentro de orlas absolutamente rococó. Es , sin embargo, un fiel reflejo del cambio que se opera en los hombres de su generación.

martes, 19 de abril de 2011

Arquitectura neoclásica.

Al iniciarse el S. XIX, el estilo que predominaba en toda Europa era el que imitaba la antigüedad clásica, pero si, por una parte, el estilo clásico romano se impuso en Francia y en los países identificados con el Imperio Napoleónico, el estilo clásico griego iba a tener más influencia en los países de la coalición antibonapartista, en particular en Gran Bretaña y en Alemania.
En Gran Bretaña y en el seno de la arquitectura que seguía las pautas del "noble" clasicismo en su vertiente griega, se produjo una depuración a partir de 1820 y se levantaron edificios de gran sobriedad, como el museo británico (1823-1847), con su columnata jónica a imitación del Erectón de Atenas, o el vasto portico de la galería Nacional(1833).
En España, se debe al destacadísimo arquitecto Juan de Villanueva la construcción del Museo del Prado, inaugurado en 1819, edificio de extraordinaria claridad y racionalismo en la distribución.
En Alemania, K. Leo von Klenze, arquitecto de Luis I de Baviera, edificó sobre una colina cerca de Ratisbona, con gran sentido de la escenografía, el Walhalla (1830-1842) templo dórico, a semejanza del Partenón, para colocar en su interior los bustos de los alemanes más célebres.También se deben a Klenze los Propileos y la Gliptoteca de Munich.
Bajo las instrucciones de Napoleón, la vieja plaza de Luis XV, conocida a partir del Directorio como de la Concorde, se convirtió en el corazón de la ciudad. En la plaza Vendôme se colocó una columna conmemorativa que , a imitación de la de Trajano, narra, en desarrollo helicoidal , las hazañas napoleónicas. La enorme iglesia de Madeleine , inspirada en la Maison Carrée de Nimes no es sino un templo corintio que , a la manera romana, está construido sobre un podio con peldaños.
Inmediatamente después de la construcción del Arco de Triunfo del Carrousel, se empezaría a erigir el de la plaza de l´Étoile,el mayor del mundo, que sirve de centro a uno de los más espectaculares trazados radiales del urbanismo mundial.
A partir de 1781, fecha de la independencia de los Estados Unidos de America del Norte, los nuevos órganos políticos necesitaron construir una serie de edificios gubernamentales que, partiendo de una base ideológica, fueron erigidos dentro del gusto neoclásico, puesto que , como en Francia en aquellos años ,se veia en él un símbolo de las virtudes republicanas. En la adopción del mismo fue decisiva la figura de Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos y padre de la democracia americana, cuya residencia, la villa de Monticello, finalizada en 1809 , es de un clasicismo simplificado y amable cuya influencia será decisiva en la futura arquitectura de aquel país.



Villa de Monticello.( Estados Unidos)



ARQUITECTOS MÁS DESTACADOS DEL NEOCLASICISMO:

Juan de Villanueva:(1739-1811) Principal arquitecto del neoclasicismo español. Eliminó los restos barrocos de la arquitectura neoclásica española. Anticipó la concepcion funcional y la austeridad de formas y volúmenes de la "arquitectura de la razón".

Ventura Rodríguez:(1717-1785) Evoluciona desde el barroquismo de Borromini hasta el clasicismo de Juvara y Sacchetti.

Esculturas más destacadas.

La defensa de Zaragoza: Este grupo es la obra cumbre del neoclasicismo español. Por su belleza formal y por su contenido se adscribe dentro de lo sublime. Alvarez Cubero sublima plasticamente un hecho sucedido en los Sitios de Zaragoza en la guerra de la Independencia. Uno de los defensores, que luchaba junto a su padre, al ver caído a este, acudío a su auxilio y lleno de furor y venganza combatío bravamente hasta caer herido de muerte. Para su ejecución se inspiró en diversas esculturas romanas y tiene en consideración el Creugante de Canova. En 1818 lo expuso en Roma en un vaciado de yeso, cobrando gran popularidad y admiración de hombres como Metternich y el Emperador de Austria.Alvaréz dotó a su obra de una nueva fuerza expresiva y originalidad en un modelado de fuertes contrastes y volumenes solidamente definidos.


Lucrecia moribunda: La gran aportación al neoclasicismo del arte catalán lo supone la compleja personalidad de Damián Campeny. De su catalogo destaca sobre todo su celebre muerte de Lucrecia, donde esta aparece sentada, recostada su cabeza inerte en el respaldo del sillón y con el puñal a sus pies. Como bien ha señalado Gaya Nuño, apenas es necesario advertir que el tema, la condición sedente del modelo y el acentuado dramatismo cifran el momento clasicista más agudo posible, el de la intersección del estudio de la escultura romana con un notorio influjo de Canova, a quien Campeny admira. Con un cuidado exquisito, conseguido a través de una meditada elaboración como muestran los numerosos estudios y bocetos, el escultor catalán convierte a una lozana mujer en delicada escultura clásico romántica. Indudablemente, ha partido su composición de los retratos sedentes de Canova y de la Agripina de los Museos Capitolinos de Roma, pero los resultados han sido una creación muy personal. Desgraciadamente, nunca podrá superarla, solamente la flora logra un mayor romanticismo, más sus calidades decrecen. Fue modelada en Roma en 1804 y desde allí enviada a Barcelona donde en 1833 con la ayuda de un marmolista italiano se pasó a mármol, y a bronce.

Antonio Canova del Castillo

Considerado como el más importante escultor del neoclasicismo, con una fama e influencia que se extendería por toda Europa, la obra de Canova ha suscitado gran disparidad de opiniones. El motivo de debe, probablemente, a que sus creaciones adolecen de una cierta unidad de concepto, como se refleja en obras tan dispares como Amor y Psique(1787-1793) y el monumento a Maria Cristina de Austria(1798-1805) que, aún teniendo en cuenta la disparidad del destino y defunción, parecen creaciones de distinto autor.

Al margen de sus primeras obras, próximas a un barroco que entronca con un naturalismo rococó, en 1783 finalizaba la que sería una de las más clásicas, Teseo y el Minotauro, aunque más adelante ejecutaría un Hércules y Licas (1795-1802) dotada de un dramatismo y energía más propias del barroco. A pesar de ello, en 1793, Canovas se alejó por un momento del mundo clásico para enfrentarse a la iconografía cristiana: una afligida Magdalena penitente es tratada con un realismo acentuado por el carácter pictórico del modelado, propio del S.XVII.

Un poco más adelante, a su barroco "enfriado", subyacente en sus monumentos neoclásicos como el del Papa Clemente XIV (1783-1787) y el ya citado de Maria Cristina de Austria, creaciones solemnes y frías opondrá la alegría pagana de sus Danzarinas de los primeros años del Siglo, resueltas con una espontaneidad no siempre presente en su obra y que ofrecen un vivo constraste con el académica e inmóvil Paz (1812-1815).En los genios funerarios del Monumento a los Stuart (1819), de recogida melancolía, aparece un Canova en clara competencía con los relieves del Danés Thorvaldsen. Pero, de nuevo, la vena arcádica que alentaba el escultor ( su aspecto tal vez más seductor) aparece en sus imágenes de Hebe- en la cuarta y la última de 1817- o en la exquisitez de Las Tres Gracias (1815-1817), de un herotismo propio del espíritu rococó aunque carente de la vitalidad y la espontaneidad de las mejores obras de aquel estilo( la Gimblette de Clodion).





Monumento a María Cristina de Austria(1798-1805)






Tumba del Papa Clemente XIV(1783-1787)

Valeriano Salvatierra

Hijo del escultor de la catedral de Toledo, Valeriano Salvatierra nació en esta ciudad por 1789 o 1790 y era alumno de la Academia de San Fernando en 1807. Parece que obtuvo premios en la Academia de San Lucas y que se ganó la amistad de Canova y Thorwaldsen, de lo que se jactaba años más tarde. Segundo escultor de cámara en 1830 y primero en 1831, no disfrutó mucho de este cargo ya que falleció en Madrid el 24 de mayo de 1836.
La primera obra de Salvatierra, que haya memoria, esto es, el Aquiles extrayéndose la flecha , premiada en 1813 por la Academia de San Lucas, no ha sido identificada en nuestros dias pero si se conserva otra- Héctor y Andrómaca- , que será la que en 1817 constituyó su prenda de ingreso en la Academia, y que , dentro de la falsedad de este género compositivo, ya muestra las buenas dotes del toledano. Se declaran plenamente en su encargo de más empeño y responsabilidad, esto es, en el sepulcro del cardenal Don Luis de Borbón y Vallabriga, trabajando en Roma por 1824 y conservando en la sacristía de la Catedral de Toledo.

La disposición impone respeto por su digna sobriedad, bien que no rime demasiado bien con el ambiente del lugar en el que se haya. Como precedentes han sido mencionados el sepulcro del cardenal Pimentel por él Bernini en Santa María sopra Minerva , de Roma , y , sobre todo, el declemente XIII , por Canova, en San Pedro, de la misma ciudad. Pero si la originalidad de Salvatierra era relativa en ningún caso puede hablarse de plagio.



Otras construcciones de Salvatierra son varios bustos de personajes de la corte de Fernando VII y del pintor Jose Aparicio y el gran actor Isidoro Maiquez. Suya, igualmente, la conclusión del gran grupo que corona la puerta de Toledo y otras obras de mera decoración. En el museo del Prado, donde desempeñó el cargo de restaurador de la escultura, fue autor de las doce estatuas de matronas simbólicas para las que había previsto nichos adintelados en la fachada al Prado. Unas quedaron concluidas a la muerte del artista y otras tan solo sacadas de puntos y acabadas más tarde.

La Fortaleza................................................ La Inmortalidad





























jueves, 14 de abril de 2011

Escultura neoclásica

La bondad, la excelencia, y la majestad de la escultura neoclásica se debió a factores intrísecos de este arte, y por ello fue en general, superior a la arquitectura y de la pintura del mismo momento. La arquitectura exige grandes dispendios y es incompatible con eras de flaqueza económica; pero la escultura, mucho más barata, se deja trabajar en esa coyuntura. La pintura puede ser labor de aficionados, mientras que la escultura de ningún modo los admite en su seno. Todo lo que puede traerle de daño una época de economía calamitosa es el retraimiento de actuantes o la parvedad de nombres. Efectivamente, son pocos los escultores merecedores de aparación en este capítulo, pero bastante mas insegnes que los muchisimos que llegaron al año 1900 equivocándose casi en todo lo que tocaban. Entre la madera policromada de la vieja y amada tradición y el demasiado maleable barro del porvenir, este momento de mármol, utilizado con plena dignidad y amorosa pericia por unos artista de primera categoría, no puede, de ningún modo ser desdeñado ni despachado en puro trámite. La escultura española neoclásica fue una muy noble realidad, incluso política, porque fueron excepcionalísimas las obras escultóricas las nada gratas facciones de Fernando VII; naturalmente, no por negativa a ello de ningún escultor sino por la consciencia mutua de éstos y del presunto modelo de que tal rostro era cualquier cosa menos clásico. Y tampoco presenciaremos un desfile de mediocridades, cual la de sucesores de Vicente López. Hubo mucha mayor selección en los terrenos de la escultura, otro bien que no cabe olvidar. Al comenzar el nuevo siglo vivían todavia los imagineros José Estevez y Ramón Amadeu. Vivía, asimismo, Juan Adán , el aragonés que en su Venus de la Alameda de Osuna legaba todo un digno programa que explotar. Y la Academia de San Fernando, en uno de los momentos más felices de su gestión, cuidaba de la escultura nueva como de una bella criatura merecedora de todos los cuidados. Lo hacía igualmente Escuela de Lonja, de Barcelona, con lo que en este momento desaparece todo otro centro o vivero. Hasta casi nuestro siglo los dos grandes talleres de escultura española serán Madrid y Barcelona.

EJEMPLOS DE ESCULTORES NEOCLÁSICOS:


José Alvaréz Cubero:(1768-1827):Influido por Canova.

Antonio Canova:(1757-1822) Propugnó la vuelta a los canones clásicos.Combina la sensibilidad veneciana con el idealismo neoclásico resultando un arte suave y delicado. Se inspiró en las copias romanas de las obras griegas. No conoció los ideales griegos hasta el final de su vida.

Damián Campeny:(1771-1885) Influenciado por Canova aunque algunas obras tienen ya un aire romántico .

Obra y personalidad de David.

Después de algunos intentos con los que unicamente obtuvo segundas medallas, David consiguió, como se ha dicho, el gran premio de Roma de la Academia, en 1774 con su obra El médico Erasistrato descubre la causa de la enfermedad de Antíoco, tema muy popular en la época, extraído de las vidas paralelas del Plutarco, autor de lectura casi obligada en aquellos años. En el tema, el asunto amoroso- trata de la pasión de Antioco I Soter por Estratónice, esposa de su padre, rey de Siria-, se reflejan influencias del estilo rococó aún vigente,y , en cuanto a los aspectos formales, revela un epidérmico, y algo aparatoso barroco cadente de tensión. David pasó en Roma, en 1775, junto con Joseph-Marie Vien, que acababa de ser nombrado director de la Academia en aquella capital. Su estancia en Italia duró 5 años, en los cuales pese a sus ideas apriorísticas ya comentadas, fue descubriendo con admiración-probablemente estimulada por el fervor contagioso hacia las nuevas corrientes que se vivían en la atmósfera romana-a la Antigüedad y a Rafael, en los que fundamentaría,en adelante, su arte. A su regreso a París, en 1780, David, que odiaba a la Academia, probablemente por su naturaleza rebelde a toda autoridad establecida, se vio obligado, sin embargo, a someterse a ella. Desde 1776, en efecto, y adoptando una actitud semejante al Estado al que pertenecía,la Academia había prohibido toda exposición artística que no se realizara dentro del espacio del salón del Louvre, reservado al efecto para sus miembros. En 1781, la obra Belisario recibiendo limosna le abrió, en calidad de agregado, las puertas de la institución. Con este óleo, del que hay que destacar una cierta acumulación de elementos- de los que posteriormente se desprederá-y la presencia de unos personajes en actitudes gratuitamente gesticulantes, se inicia, finalmente, el camino que, con irresistible autoridad, conduciría a David al éxito de El juramento de los Horacios, en 1784.


El juramento de los Horacios por David; 1784.

La brevedad neoclásica de Goya.

Si hay un primer Goya barroco, pintor de lienzos y de frescos de temática religiosa, y un goya elegante y rococó, sin embargo, como afirma Lafuente Ferrari, " para él, el neoclásico tenía que ser una farsa".
El artista aragonés, para quien arte y belleza eran dos cosas distintas, dificilmente podía someterse a las normas apriorísticas e intelectuales de lo que se entiende por "bello". Lo intentó en alguna otra ocasión pero, a lo que parece, con poca fe. Como otros artistas, aunque, en su caso, de manera mucho más acusada, Goya fracasó al tratar de sofocar sus espontaneidades plásticas.
Su visión del mundo y su manera de llevarla a la tela nada podrían tener en común con el dibujo casi caligráfico que contorneaba las ideales figuras de sus contemporáneos europeos. Si hay que creer a Iriarte, Goya ejecutó durante su estancia en Italia algunas pequeñas obras de tema Neoclásico con finalidades alimenticias. Algo hubo posiblemente de ello, porque sus óleos, y no los únicos, Sacrificio a Vesta y Sacrificio a Pan (1771), parece ser que los ejecutó en aquel país. Goya aparece en ellos como un pintor todavía vacilante, aunque su pincelada no se muestra aprisionada por la línea del dibujo nisiquiera en aquella temprana época de tanteos pictóricos.
Asímismo, en 1774, en sus óleos murales de la cartuja de Aula Dei de Zaragoza, y a pesar del asunto mariano de la temática, ejecuta unas imagenes cuya monumentalidad y serena gravedad reflejan innegables influencias neoclásicas( de estilo "arquitectonico", como las llamaría él mismo).
Se diría que en Goya aparece muy esporádicamente un intento de aproximación, hijo tal vez de esfuerzo racionalizador, al Neoclasicismo. Intento que tal vez se explique por la gran influencia y ascendencia de Mengs durante sus largos años de estancia en Madrid, y al que no seria tampoco ajeno la defensa y el gusto por este estilo de los amigos ilustrados del pintor. En 1787 le encargaron unos lienzos para la iglesia neoclásica del convento de Santa Ana de Valladolid. Bien por indicación, bien porque lo creyesen mas adecuado al espacio arquitectónico, al que iban a insertarse, realizó tres óleos de los que marginó su manera abocetada, su toque resuelto y su paleta cálida para optar por la ejecución de unas obras severas y de colores fríos en los que dominan los pardos, grises y blancos, especialmente en la figura de San Bernardo, en la que el pincel se recrea con cuidadoso esmero en los fines y acanalados pliegues que acuasan la verticalidad del Santo.
Sorprende saber que, en los años 90, en el cenit ya de su vida artística, Goya se sintió interesado por el inglés John Flaxman, y purista de la línea que tanto iba a influir sobre Ingres, y de quien imitó y copió algunos dibujos.
Aunque este hecho tal vez no deba extrañar, considerando el afán de Goya por aprender, lo interesante es señalar que a pesar de su conocida ambición y prematura por alcanzar pronto el éxito pudieran más en el artista el ímpetu y la expresión del lenguaje que le eran propios de la moda artística de la época.

Sacrificio a Vesta por Goya ;1771.

Sacrificio a Pan por Goya; 1771.

Cuadros Neoclásicos Más Destacados

El juramento de los Horacios. (Jacques-Louis David) - En el cuadro se refleja el momento en el que los tres hermanos Horacios prestan juramento ante su padre de cumplir con su deber hasta la muerte. Están realizando el saludo romano, consistente en extender el brazo, con la palma hacia abajo. El padre sostiene las espadas de sus hijos, y los exhorta a cumplir con su deber a pesar de sus sentimientos como padre. Las mujeres, a la derecha del cuadro, lloran y se lamentan, saben que perderán a sus hermanos, marido y prometido. El cuadro trata sobre la virtud cívica y el heroísmo, que se antepone al sentimiento y el dolor.

Muerte de Viriato: Madrazo ofrece en esta obra un claro ejemplo de la pintura neoclásica al dar una gran importancia al dibujo, dejando el color a un lado y dando un aire casi escultórico a las figuras. Es un cuadro histórico en honor a Viriato, el célebre guerrillero que luchó contra los romanos que ocupaban la Península Ibérica.



Los jardines de Luxemburgo: Cuadro hecho en 1794 que podemos encontrar en París, el Louvre.
El 9 Termidor, es decir, el 27 de julio de 1794, Robespierre fue derrocado por el ala derecha de la Convención y ejecutado al dia siguiente, junto con Saint-Just, Couthon y otros amigos y colegas de gobierno de David. El pintor, cuyas responsabilidades políticas habían sido asaz modestas, salió bien librado en su encarcelamiento de seis meses en el palacio de Luxemburgo.
Precisamente en esta ocasión ejecutó el único paisaje de toda su obra, nada menos que el rincón de parque que podia observar desde la ventana del lugar en que estaba encerrado. Se trata sencillamente de un boceto, solo agradable por las inesperadas tonalidades doradas y cálidas y que merece ser recordado principalmente por su carácter excepcional. Al pintor, filósofo, la naturaleza evindentemente no le decia mucho, lo cual no deja de sorprender al conocer el interés que despertaba en él la realidad.Quiza David fuese víctima del viejo perjuicio, según el cual la pintura paisajística era un género menor y quizas consideraba que, para mantenerse al nivel de las grande personalidades- de Robespierre a Napoleón- que tanto admiraba, debia de basarse exclusivamente en una pintura noble, ya histórica, ya de retrato. Además , no podemos olvidar que durante todo su periodo de formación David fue un estudiante encarnizado, un celoso y enomarado copista de los antiguos y de los renacentistas ; la visión que estaba llamado a adquirir, lo llevaria indefectiblemente a reconocer en el hombre, en la figura humana el centro de todo interés tanto para representar la realidad como en relación con sus investigaciones de pintor comprometido, de carácter geométrico y abstracto.

miércoles, 13 de abril de 2011

Pintura neoclásica

Nos enredamos en la tarea de proclamar una injusticia y solicitar su disolución. Esa injusticia no es otra que la calificación y la estima merecidas durante largo tiempo por la pintura neoclásica española y por sus adeptos, ambas resueltamente negativas. Se ha considerado como una especie de morbo y bochorno de nuestro arte, y pocos dicterios han sido ahorrados al tratar de esta orientación. Desde la infancia, y a poco que nos asomemos a algún manualito informativo de plástica española surgían las condenaciones, no más leves si se variaba de fuentes informativas, recurriendo a otras más sólidas. Se daba por cuestión sentada que los pintores posteriores en una o dos generaciones a Goya tenían la obligación de ser Goyescos, o , por lo menos de coincidir con su estilo, con su gamas, con su mundo. Pues bien, lo mas benignino que cabe asegurar contra esa postura es que sus múltiples definidores ignoraban, al parecer, cómo el neoclasicismo fue tendencia de patente y obligada internacionalidad europea en determinado momento y cuánta era la cohesión de las tres bellas artes de esa misma orientación. No creemos que pueda ser valedera la discrimación de que la arqutectura neoclásica fue óptima por haber contado con Villanueva, la escultura aceptable por proporcionar a un Álvarez Cubero o a un Campeni y la pintura rechazable al no ser interpretada sino por los que se supone no pasen de mediocres figurones. Al ser supuesto, han sido mal o peor estudiados , y no otra es la manera de liquidar tajantemente una cuestión. Entretanto, las justas alabanzas a Goya desorbitan y estorban la correcta contemplación de su tiempo. Entendemos que es muy preciso, a la hora de resumir el arte de todo un siglo, reconocer a nuestra pintura neoclásica la elemental justicia que le corresponde y que le ha sido negada por antipatias inocentes, esto es, copiadas desde una página a otra sin demasiado criterio. No se pueden eliminar impunemente treinta años de un siglo por la sola razón de que la estética en ellos imperante no es la nuestra, ni siquiera la de nuestros abuelos. Y, al ser la vigente en una época resultará que el genial equivocado era Goya y no Madrazo, porque las eras se pueden medir por la gestión de las criaturas fuera de serie, sino por las dóciles a la normal rotación del tiempo. La historia de los genios excepcionales no nos sirve para construir relaciones continuas, y , en cambio, sí solicitamos la biografía, bastante más especular, de los humildes. En todo caso, la pintura neoclásica no era ninguna novedad decimonónica, porque ya se habia venido fraguando en varios grados durante la gestión de las academia deciochescas. Precisamente, sus mejores frutos en el siglo que nos importa suelen mostrar mayor efusión y calor del que hubiera cabido antes de 1800, dado que ya se advertía un hábito de romanticismo impalpable e indefinible, pero absolutamente decisivo. La fusión y sus grados son cuestiones demasiado complejas para determinar en cada uno de los actuantes que van a ser recordados y que compondrán un número bastante mayor que el que habitualmente se asigna. Porque concluir que los tres únicos neoclásicos del color fueran Madrazo, Aparacio y Ribera no es sino pura inocencia. Ya veremos que hubo otros, variamente teñidos de nostalgias setecentistas o de modulación romántica, y que por estarlo han merecido menor cantidad de desprecio. En cualquier caso, aqui no se va a defender sino la legitimidad de una adscripición, sin que ello impida alabanzas sentidas y los naturales vejámenes a que debe quedar reducido un viejo tópico.




EJEMPLOS DE PINTORES NEOCLÁSICOS:



José Madrazo: Pintó cuadros de temas religiosos e históricos. Inició, junto a José Aparicio, la corriente histórica, pictórica, patriótica, una corriente artistica neoclásica, con base en temas patrióticos. Se enmarca en un estilo clasicista puro. Su estilo se caracterizaba por su extrema teatralidad y por la tématica histórica de exaltación patriótica, siguiendo el modelo de David.



Jacques Louis David: introdujo el neoclasicismo en Francia y fue su máximo exponente. Su neoclasicismo era frío y calculado. Sus temas eran heróicos y patrióticos e iniciaron el camino hacia el romanticismo.



Francisco de Goya y Lucientes: pintor español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo.

martes, 12 de abril de 2011

Neoclásico.

Este movimiento artístico se desarrolló en Europa aproximadamente entre 1760 y 1830. Tuvo su origen en la transformación de las ideas políticas y morales, estimulada por la corriente filosófica de la ilustración, en el redescubrimiento de la antigüedad mediante la arqueología y en una reflexión más profunda sobre el arte. La reacción contra las últimas formas del barroco y el rococó fue asimismo una reacción moral e intelectual contra la sociedad aristocrática de la que dependían.

La admiración por Roma y la fuerza de símbolo que se dio a las formas surgidas del arte antiguo estaban alimentadas por un conocimiento de la antigüedad más profundo que el que condicionó el clasicismo de los ss.XVI-XVII: estudio del Palatino en Roma(1720) y de la villa Adriana,escavaciones en Herculano y en el Foro romano (hallazgos difundidos por la obra de Piranesi), descubrimiento de los templos griegos de Paestum, y por último, de los monumentos de la misma Grecia (publicación en Gran Bretaña de Antigüedades de Atenas, de Stuart y Revett a partir de 1762).

En el origen de las primeras realizaciones inglesas en materia de arquitectura y decoración se encuentra la obra de Palladio, llegada a través de lord Bulington. Más adelante, Robert Adam se inspiró en el arte Pompeyano, y John Soane, en el dórico griego. En Francia, el proyecto (1755) de Soufflot para la iglesia de Santa Genoveva señaló una tendencia a dar a las órdenes una valor funcional. Las formas cúbicas sin cubiertas visibles, las fachadas estáticas y los pórticos con cornisas, frecuentemente sin frontones, caracterizaron la exigencia de simplicidad y de lógica de J.A. Gabriel o de J.D. Antoine(hôtel des Monaies, en París) la monumentalidad y la búsqueda de los efectos de perspectiva se acentuaron en el Gran teatro de Luis, en Burdeos (1775), y alcanzaron las visiones utópicas de Ledoux y de Boullée. Las influencias francesas e italianas direron su aspectos solemne en San Petersburgo de Catalina II, mientras que E.U. A, Clérisseau aconsejaba a Jefferson para la construcción del Capitolio de Richmond, adaptación de la Maison carrée de Nimes, F. Gilly Schinkel, arquitecto 1822 del Altesmuseum de Berlín(sintomáticamente, la época de los museos comenzó en la segunda mitad del s XVIII), dieron una versión prusiana de la arquitectura neoclásica.

La arquitectura neoclásica española se vio frenada, en un principio, por el fuerte arraigo del Barroco, pero progresivamente, de la mano de artistas europeos primero y de las Academias (de San Fernando en Madrid de San Carlos en Valencia, Escuela de nobles artes en Barcelona después, se iría introduciendo dentro de la nueva orientación estética. Las figuras más representativas del neoclasicismo español son Ventura Rodríguez(Agustinos de Valladolid, fachada de la catedral de Pamplona, palacio de los Duques de Liria), el italiano F. Sabattini(Aduana y puerta de Alcalá, en Madrid), J.de Villanueva, museo del prado Oratorio del Caballero de Gracia, observatorio astronómico en Madrid), P.M. Cermeño (Catedral de Lérida) y J.Soler Faneca ( Lonja de Barcelona).

En Hispanoamérica, el neoclasicismo también estuvo dirigido por las Academias como la de san Carlos en México en (1781), siendo en el campo arquitectónico, mas que en el campo de las artes plásticas, donde alcanzaría mayor difusión: así, en México destacan el valenciano M.Toslá ( palacio de la Minería de México), J.D. Ortiz de Castro, González Velazquez ( Iglesia de San Pablo el Nuevo , en México), M. Constansó ( fábrica de cigarros, también en la capital) e I.Castera ; en Colombia, M.Pérez de Arroyo y Valencia ( iglesia de San Francisco de Cali ) ; en Perú, M. Maestro; en Chile, el italiano Toesca ( Casa de la moneda, en Santiago).

Más notable fue aún la transformación de la pintura, preparada en Francia por Greuze y por Joseph Marie Vien ( 1716-1809) y en Italia por romanos de adoptación, como Mengs y David, educado entre arquitectos : de ahí la columnata dórica que aparace al fondo de la obra- manifiesto el Juramento de los Horacios ( 1784). Los bajorrelieves antiguos dictaron la pauta en la composición - en friso con iluminación lateral-, el vigor de los contornos y la tensión plástica y narrativa de telas de colores sobrios que se proclamaban portadoras del ideal político de la Revolución. Prud'hon y Jean Baptiste Regnault ( 1754-1829) son mas deudores que David de la delicadeza del s. XVIII, pero su preferencia por la alegria no es sino otro aspecto del espíritu revolucionario. Girodet-Trioson, ilustrador de Virgilio y de Anacreonte y P.N.Guérin, quien buscó su inspiración en el teatro ( Racine) pertenecían a una segunda generación que preparaba ya el Romanticismo, al igual que Füssli en Gran Bretaña. En la pintura, el Neoclasicismo español está representado por J. Aparicio, J. de Madrazo, J.A.Rivera y J. Flaugier.

Razón y frialdad solo fueron un aspecto del arte de la época, como demuestra en el caso del escultor neoclásico Canova la violencia de un grupo como Hércules y Licas, al lado de obras que solo parecen imitaciones de la estatuaria antigua. La otra gran figura de la escultura neoclásica europea es el danés B. Thorwaldsen. Mientras, en otros paises aparecían nombres como G.Schadow en Alemania ; J. Flaxman, en Gran Bretaña; A. Pajou y J.A.Houdon, en Francia ; J.Álvarez Cubero, J.Adán, V.Salvatierra, D. Campeni, A. Solá y J. Piquer , en España, y el también español M.Toslá en México.

Bienvenidos al Neoclásico.